La Metodología de evaluación de daños y pérdidas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) permite evaluar los efectos de los desastres en los sectores agrícolas. Es un instrumento útil para formular políticas basadas en datos objetivos a fin de reducir el riesgo y crear resiliencia en estos sectores. También ayuda a los países a informar acerca del cambio climático (por ejemplo, el artículo 7 del Marco de transparencia reforzado), y a hacer el seguimiento del indicador C2 del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres respecto a pérdidas agrícolas directas atribuidas a los desastres. Por último, proporciona datos de referencia para hacer el seguimiento de los progresos mundiales hacia la consecución de las metas en materia de resiliencia.